La Ciudad de Lutero y mi Peugeot

Ya hace como un mes que no les escribo, intenté hacerlo hace un par de semanas e incluso envié el borrador a mi genial y estupendo editor, pero me pareció que la mayor parte del contenido no era un gran aporte para dar cuenta de mis primeros 30 y tantos días lejos de ustedes. Hoy cumplo 50 días en Dessau y me suenan a sentencia. No crean que estoy a disgusto aquí, para nada, estoy bastante cómoda y tranquila, sólo que comenzar a contar los días y pensar que voy en el nº 50 y luego vendrá el nº 100 y así hasta completar un ciclo de no sé exactamente cuantos más, me hace detenerme y pensar en la fecha de caducidad de esta etapa, como la fecha de caducidad de una sentencia.

Desde la última vez que les escribí hasta hoy lo más interesante que me ha pasado es una excursión a Wittenberg, ciudad con más pinta de pueblito que ciudad, ubicada a más menos (no recuerdo con exactitud) 30 km de Dessau; y mi bici, la que en realidad no es de mi propiedad, si no en que amablemente el dueño del edificio en donde vivo me la presta para que yo pueda moverme por la ciudad.

Wittenberg

A Wittenberg fuimos alumnos de tres distintos ramos, pero de todas formas éramos una parte del total del grupo de los alumnos del Master, así es que la Excursión estaba compuesta por personas conocidas. El motivo del viaje era una aproximación a la Ciudad de la Reforma Luterana, nombre con el cual por lo menos en Chile la conocemos, ya que los tres distintos ramos (no se si llamarles ramos, asignaturas o talleres) tomaron como argumento para llevar adelante sus proyectos la Reforma de Lutero. El ramo en el que yo estoy participando se llama Reformation Crossmedia, en donde estamos desarrollando propuestas para el diseño de un espacio de exhibición en donde el argumento debe tomar como base los conceptos: miedo, esperanza y fe (en caso de que mi traducción no sea la mejor, los conceptos en inglés son fear, hope and belive), así es que nos dirigimos hacia la casa de Lutero para intentar aproximarnos al origen espacial de la reforma. Lástima no alcanzamos a conocer las puertas en donde se colgaron las tesis, pero ya que Wittenberg se encuentra tan cerca puedo arrancarme cualquier día a terminar mi recorrido.

Wittenberg es bastante más pintoresca que Dessau, sus calles son angostas y se ven muchas más bicicletas que vehículos. En el centro de la ciudad, aunque no estoy segura de que sea el centro geográfico de ella, se encuentran el comercio, donde uno puede encontrar cafeterías, farmacias, restoranes y florerías, comercio que por lo que alcancé a ver, solo se encuentra en los primeros pisos de los edificios. No recuerdo haber visto algo más alto que eso. El 2017 se celebrarán 500 años de reforma, y la ciudad por muy pequeña que me pareció, se está encargando desde hoy en «retocar» aquellos edificios importantes para que durante el año de celebración todo esté en perfecto estado, lástima que por lo mismo no pudimos entrar a la iglesia ya que su fachada estaba cerrada por reparaciones.

Que quede claro que esta ciudad no es la ciudad donde Lutero nació, pero si es donde llevó a cabo el inicio de la reforma Luterana.

La Bici

La bici es una muy hermosa y distinta historia. La verdad es que cuando llegué a Dessau no me pude comprar una bici porque estaba fuera de mi presupuesto inicial, así es que me dedicaba horas (ir y volver podían sumar más de 1 hora) a caminar para llegar de un lugar a otro. Un día, mientras caminaba me encontré con una de las niñas que vive en mi edificio y me dijo (en inglés por supuesto): – Hey! tu no tienes bicicleta? -, a lo que yo le respondí que estaba esperando a juntar dinero para poder comprar una. –Yo me voy de Dessau y voy a dejar esta, si la quieres la puedes usar tu– me dijo y salté de alegría. Bueno en realidad no salté salté, estaba en la calle y debía mantener la compostura, pero me alegré mucho y tal vez mi corazón fue el que saltó. Luego supe que la bicicleta era del dueño del edificio, que el se la prestaba a María (mi traducción Chilena del nombre de la niña) y que si yo la quería usar solo debía pedirla. Hermosa forma de conseguir una bicicleta.

A fines de Abril ya pude comenzar a usarla. Lo primero que tuve que hacer fue bajar el sillín, ya que mi altura es muy inferior a la de la antigua usuaria de la hermosa Peugeot gris de paseo. Después no hice mucho más en realidad, solo pedí ayuda para inflar los neumáticos, ya que necesitaban un poco de aire, y comenzar a pedalear por la ciudad. Mi vida es totalmente distinta. Gano mucho tiempo y puedo cambiar el recorrido cuando quiera para ir de un lugar a otro, o simplemente ir a cualquier lugar. Todos me dicen que es una bici muy grande para mi, pero la verdad es que poco me importa, por que puedo decir que conduzco mi primer Peugeot pagando solamente con una rajada de falda, chaqueta y el robo del canasto trasero. Sí, andando en bici se me rajó una falda, tratando de sacarle el candado me rajó el brazo de la chaqueta y el primer día antes de usarla, alguien tomó sin permiso el canasto trasero, lamento las 3 pérdidas, pero aun así soy feliz con ella.

Me parece que el próximo gran evento será en Junio, ya que realizaremos una excursión de una semana por el sur de Alemania, así es que sacaré muchas fotos para poder tener un buen respaldo visual con que acompañar mi próximo post (si es que no pasa algo más emocionante antes de eso).

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